septiembre 03, 2009

Lluvia

Tengo los pies mojados. La mente seca. La conciencia cargada de culpa.?


¿Debo sentirme así? No es posible que siga controlándome, me cuestra trabajo creer que tiene todo el control sobre mí. Un par de palabras le bastan para hacer que me doblegue. No la puedo mirar a los ojos, no puedo decir una cosa sin que a ella le suene a reproche.


La lluvia bajaba rápida, constante, suave. La caminata era buena, la plática perfecta. Buena compañia, buen momento. Un poco de vodka para calmar la gripe, para calentarse el cuerpo.


Sartre, buen compañero; Winona, tal vez un poco ruda.


Eres bueno escuchando, el chico perfecto. Educado, amable.


"Aunque quieras librarte de mí, no puedes. Sé que te urge alejarte, pero qué crees?

N-O P-U-E-D-E-S!!!!!"


La quiero demasiado. Tal vez (sólo tal vez) no debo hacerlo. Pero quiero salir, conocer el mundo, crecer, experimentar, caerme y levantarme de nuevo.


Es inevitable, pero tengo que irme. Tal vez mañana despiertes y yo ne esté más durmiedo en mi cama, quizá sea que me busques y me encuetres, dormida. Dormida por siempre. O puede simplemente ser que, como ya ha pasado una vez con Él, encuentres mis cajones vacíos. Si vacío mi alma, por fin, lograrás conocer mis secretos, mis huecos: los mismos huecos que hacái que pensaras en mi perfección, en lo buena que soy. Quizá ni te hayas dado cuenta, pero de verdad que no soy más de lo que aparento...


Me voy...

1 comentario:

Ery!* dijo...

No, no, no.

No podríamos perder a una gran escritora como ud, las cosas más duras nos fortalecen y muchas veces son las que nos forman, relájese y tome un poco de su antídoto, luego piense en las personas que la estimamos.

Hasta pronto señorita, no deje de disfrutar de la lluvia.